RAFAEL AMARGO
“Tengo un estilo sencillo pero creo que muy personal”
El coreógrafo y bailarín Rafael Amargo regresa a Santander para presentarnos su último espectáculo. Tras su paso por la Sala Argenta en la 51 Edición del Festival Internacional de Santander –formando parte de la discutible propuesta Lorca Siglo XXI-, nos trae el que es el segundo espectáculo de su compañía, ‘Poeta en Nueva York’, tras el éxito cosechado con el primero, ‘Amargo’.
“El flamenco está viviendo una buena época”, nos dice, “y particularmente yo estoy en un momento de mi carrera también muy bueno, en alza y estoy trabajando para aprovecharlo al máximo”.
Su verdadero nombre es Jesús Rafael García Hernández, pero le llaman Amargo por el lorquiano protagonista de Campo. “Yo soy de Valderrubio, del mismo pueblo que García Lorca. Tenemos algún vínculo y de siempre quise hacer algo sobre sus textos, pero su obra estaba ya muy trillada por el flamenco”, nos cuenta Rafael Amargo sobre el motivo de la elección del texto para el montaje que ahora nos presenta. “Al leer Poeta en Nueva York me di cuenta de que estaba hecha para mí, me veía como anillo al dedo. Aunque hoy en día, un poeta en Nueva York, si levantara la cabeza la volvería a ‘cachar’ de ver lo todo lo que está pasando”.
Se trata de un espectáculo que tal vez podríamos calificar como total. En él se juntan la palabra con la música y el baile, la imagen de la mano del director cinematográfico Juan Esterlich y las contribución coreográfica de Manuel Segovia. En palabras del Amargo “es un espectáculo musical, donde la palabra se entremezcla con la danza y la música. Esta siendo un éxito para muchos tipos de público. Es fácil de entender y cada una puede obtener una visión distinta del mismo. En él se encierran muchas metáforas y cada uno hará su propia lectura”.
En su espectáculo se encuentran, una vez más, el jazz y el flamenco en una fusión que está aportando afortunadas propuestas al mundo de la músico. Para el coreógrafo y bailarín de Granda “hay que hacer cosas que estén cercanas a lo que uno quiera contar. Utilizo la fusión por que la siento; estamos contando algo actual, somos gente normal que sale a la calle, a las discotecas, a los restaurantes, de fiesta. El día a día es una mezcla de todo tipo de sensaciones que se reflejan en mis propuestas”.
Rafael Amargo pasó varios años en Japón, trabajando en el prestigioso tablao El Flamenco. Allí, junto a la Maestra La China, dirige y coreografía para las compañías de Yuriko Yoda, Etsuko Saito y Chizuko Otsuka. “ Esa experiencia me aportó todo lo que soy. Recuerdo mi estancia en Japón con todo el amor del mundo. Si no hubiera pasado lo que he pasado no contaría lo que ahora estoy contando ni haría lo que hago”.
Dice sentirse más orgulloso de su faceta de coreógrafo que con la de intérprete. “Tengo un estilo sencillo pero creo que muy personal. En el fondo no sé muy bien lo que hago cuando bailo ya que juego mucho con la improvisación. Me encantaría coreografiar para otros bailarines, pero de momento soy muy joven me queda mucho por contar con mi cuerpo, luego lo contaré con el cuerpo de los demás”.
Además de sobre el escenario, a este bailarín formado junto a Ciro y Alejandro Granados, le hemos podido ver en incursiones televisibas como la que realizó la pasada temporada en la serie de Televisión Española ‘Cuentamé’. “Actuar me saca de la rutina”·, confiesa. “La danza es una disciplina muy dura, casi arcaica en la forma de abordar el trabajo. La interpretación, en cambio, me sirve para coger un poco de aire, para conocer a gente de otros medios. Además, interpretando puedes estar toda la vida y la vida del bailarín es más corta”.
Su nombre se ha colocado ya junto al de otros bailarines flamencos que han encontrado al gran público para llenar teatros hasta colgar el letrero de ‘no hay billetes’. Hablamos, claro está, de Joaquín Cortés y Antonio Canales. Con este último Rafael Amargo ha compartido escena. “Creo que no tengo mucho que hablar de nadie, sobre todo por respeto y educación. Ellos son mayores que yo y los años dan la sabiduría”, nos dice cuando le preguntamos por ellos. “A Canales le quiero mucho auque él no me te tenga el mismo cariño. Y de Joaquín nada tengo que decir, le conozco como artista y como persona, cada uno hace su carrera a su manera. Me quiero llevar bien con todos. ¡Con lo difícil es este mundo de la danza!, es la menos considerada de las artes y la más currante y encima nos criticamos entre nosotros. Les deseo a los dos muchas paz en estos días de guerra”.
Si observamos el “tirón” que tiene el flamenco frente a otras propuestas de danza logra atraer a más público que espectáculos clásicos o contemporáneos. Para Rafael Amargo “lo que sucede es que las compañías de flamenco logran ser más populares y llenan teatros. El público nos conoce más, nos siente más suyo”.
Amargo se ha convertido en un personaje público, conocido e diversos medios de actualidad. “Estoy encantado con ello”, dice, “porque así se me conoce como bailarín y artista, que es lo que soy. No se me conoce por acostarme con nadie, lo que tengo me lo he currado yo solo”.
Para el futuro se anuncian nuevos proyectos. De momento está trabajando sobre un ‘Amor Brujo’ que le ha encargado la Quincena Musical de San Sebastián. Con su compañía quiere montar un nuevo espectáculo, “aunque estoy dudando entre el Quijote de Cervantes o El Cielo Protector, de Paul Bowles”.
Poeta en Nueva York se podrá ver el próximo viernes en la Sala Argenta del Palacio de Festivales, a partir de las 20:30, una buena forma de encontrarnos con el Amargo de verdad y quitarnos el “amargo” sabor que nos dejó la Troya del pasado verano.
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