JAIME MARTÍN
“Mucha gente considera España como la cantera musical de Europa”
El flautista santanderino Jaime Martín es uno de los más reputados intérpretes de flauta de mundo. Esta apreciación es una realidad que queda confirmada en cualquiera de los conciertos que estos días ha ofrecido dentro de las actividades del Encuentro de Música y Academia de Santander. Pero además de su indudable categoría artística, Jaime Martín es un músico completo y una persona del todo accesible con la que poder hablar y hablar de música para descubrir una perspectiva muy intensa e interesante de su visión del mundo del sonido.
Lleva mucho tiempo fuera de España, asentado desde el año 1992, y ya de forma definitiva, en Londres donde forma parte de la Royal Academy of Music de Londres, la Orquesta de St. Martin-in-the-Fields o London Mozart Players. “No tengo la intención de volver a vivir en España”, nos dice al tiempo que se prepara para tomar un café. Hemos quedado con él a primera hora de la mañana de un día intenso. La noche anterior ha tocado junto a los alumnos del Encuentro en la Sala Argenta y al día siguiente volverá a hacerlo. “Mi familia está en Londres, tengo dos niños que han nacido allí”, prosigue “pero sí que me gusta venir a trabajar aquí. Además”, bromea, “tardo menos en venir desde Londres que si ahora tuviera que acercarme en coche a Valladolid. Vengo de vez en cuando a dar clases y me gusta poder hacerlo”.
La perspectiva que otorga la distancia hace que su visión del panorama de la música en nuestro país sea un interesante punto del que hablar. “Este es uno de los pocos países de Europa donde la música se ve con optimismo. Estamos viviendo una época en el que el mercado musical está en declive”, nos dice. “Todas las casas discográficas están cerrando o reduciendo sus actividades, en Alemania desaparecen algunas de las orquestas... En cambio aquí se siguen creando nuevos auditorios y formando orquestas. Desde fuera todo esto se contempla con cierta envidia, como un lugar en el que todo está pasando”. Tal vez esta situación sea debida al retraso de nuestro país en lo que a música clásica se refiere, nos atrevemos a aventurar. “Es posible”, nos confirma Jaime Martín. “La primera orquesta de jóvenes músicos que se creó en España fue la JONDE, hace 15 años aproximadamente. En aquel momento en Europa ya había orquestas de este tipo en cada colegio. Aquí todo ha empezado más tarde, pero ha empezado muy bien puesto que había un modelo a seguir. Mucha gente considera actualmente España como la cantera musical de Europa: como el futuro. En cualquier conservatorio europeo el número de estudiantes españoles es muy importante y lo mismo pasa en cualquier orquesta”.
Desde el pasado siete de julio y hasta el próximo día dieciséis imparte su magisterio en el III Encuentro de Música y Academia. “Este tipo de cursos es distinto a un curso normal. Aquí es los alumnos vienen invitados por la organización y están centrados en la música de cámara. Lo importante del Encuentro es animarles a hacer las cosas como yo las veo, pero ellos ya vienen con mucho nivel y hay poco que realmente pueda enseñarles. Me he encontrado mucha gente con la que me encantaría poder tocar en el futuro. Es un sitio donde se crean relaciones y estoy seguro que de estos cursos saldrán futuras formaciones de cámara con carácter estable. Y no sólo entre alumnos, también entre alumnos y profesores. No se trata de tocar junto a alumnos, sino con gente de la que quieres su teléfono para futuros contactos” –ríe-.
“Me hubiera gustado tener algo parecido a esto en mis años de estudiante”, nos dice, “porque la oportunidad de tocar con profesores es realmente importante. Puedes ver a un maestro que admiras y te explica como hacer las cosas, pero esto a veces es sólo una parte de la persona. Lo que de verdad hace lo hace en el escenario, de ahí la importancia de estas oportunidades, son una forma de experimentar bastantes años antes de lograrlo cual es el nivel al que hacer determinadas cosas en el escenario”.
Queremos saber si existe alguna diferencia importante no para el alumno, sino para el profesor de este Encuentro cuando se sube al escenario con sus alumnos. ¡Claro que la hay!. “Las personas con las que toco normalmente conocen bien el repertorio. Pero los alumnos del Encuentro son jóvenes y el proceso de ensayo es también un proceso de descubrimiento de la propia obra. Algo similar a cuando se tocó en la época en la que fue compuesta. Si los alumnos no han tocado nunca antes la obra que estamos preparando estarán tan sorprendidos con ella como el primero que la tocó. Esto es especial pues no pasa muy a menudo. Aprendes mucho porque ellos no tienen una idea preconcebida de cómo han de interpretar y surgen muchas ideas fruto de esta espontaneidad.”
Queremos hablar de Jaime Martín sobre la situación del público actual frente a la oferta musical de las salas de conciertos. “Siempre tengo la duda de si los músicos hacemos lo suficiente para atraer al público”, nos confiesa mostrando su preocupación por el destinatario más inmediato de su arte. “Es una pregunta que se hace todo el mundo ¿qué podemos hacer para atraer a la gente?. En Inglaterra las orquestas tienen un departamento de educación que se ocupan no solo del típico concierto escolar basado en asistir a un ensayo o montar Pedro y el Lobo, sino más allá. Se realizan colaboraciones entre orquestas y colegios, los músicos de las orquestas recorren colegios realizando talleres sobre un tema, intentando crear una obra y todo culmina con un proyecto conjunto en el que participan todos los colegios. Esto es parte de lo que hay que hacer para atraer al público”.
¿Y donde radica gran parte de este problema?. La respuesta no se hace esperar, tal vez ofreciendo un elemento de análisis más que sorprendente. “Hoy en día todo tiene que sonar perfecto. Se nota la presión que ejercen los discos y cuesta mucho subir a un escenario. Al final parece como si se tratase de recrear un disco y se ha ido perdiendo la sensación del concierto en directo en el que cosas pueden pasar. Se crea una barrera con el público y eso se acaba notando. Si escuchas las grabaciones de los años 40, 30... a los grandes virtuosos encontrarás que tenían sus fallos pero había mucha comunicación. La culpa es de todos, pero los discos han ejercido una gran presión. El director de la orquesta con la que toco”, se refiere a la de St. Martin-in-the-Fields, “Neville Marriner me contaba que ellos empezaron grabando discos a un nivel que no era normal en su época; todo muy cuidado en todos los detalles. Hicieron discos tan perfectos que al llegar al escenario surgía el problema pues el público esperaba eso. Se acostumbra a la audiencia a un sonido determinado que se crea en los discos, pero la realidad del escenario es muy distinta”.
Jaime Martín dice sentirse muy cómodo al tocar dentro una orquesta. “El repertorio para flauta solista es limitado y lo mismo sucede para flauta y cámara o en los conciertos con orquesta. En cambio para el instrumentistas la orquesta es el lugar donde podemos encontrar el repertorio más amplio”.
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