ENTREVISTAS REALIZADAS POR EL MUSICÓLOGO GUSTAVO MORAL ÁLVAREZ

sábado, julio 26, 2003

CRISTINA GALLARDO DOMÁS

“Cuando canto Puccini siento como si me conectara a Internet”

A Cristina Gallardo-Domas la conocimos en directo en el Festival Internacional de Santander de hace tres veranos formando parte de la versión en concierto del ‘Fausto’ de Gounod para repetir al año siguiente con el ‘Stabat Mater’ rosiniano. Ahora vuelve a nuestra tierra y al Festival Internacional de Santander pero, por primera vez, para representar una ópera escénica: Simón Boccanegra de Verdi dentro de la jornada inaugural de la 52 edición del F.I.S.

“El público de Santander es muy acogedor y muy entusiasta”, recuerda de sus anteriores visitas la soprano nacida en Chile, “aunque no sé cual será su reacción en una ópera representada, este suele ser un público distinto del que habitualmente va a conciertos. Es cosa de gustos: los hay que prefieren el concierto, otros el ballet y los hay que disfrutan fundamentalmente con la ópera. Son distintas manifestaciones artísticas y esto provoca distintas reacciones por parte del público. Desde el escenario se nota cierta diferencia”. Para Gallardo-Domas el público que acude a un concierto es “más formal, más recatado si queremos llamarlo así, analiza mejor lo que está sucediendo y tiene otra predisposición al espectáculo”. En cambio el habitual en la ópera “es más extrovertido, conoce bien los argumentos y se pueden exprimir más detalles. También están los que buscan las notas agudos y otros detalles que en el fondo son anecdóticos”. Incluso reconoce que hay diferencia en las forma de vestir entre ambos tipos de espectador. “Al de la opera le gusta ir más cuidado de su ropa, el de un concierto es más casual, con el programa en la mano...”.

Nos ha recibido en el jardín de su residencia estas semanas en Santander, en el Sardinero. Hace calor y ‘Dama’, una perrita diminuta propiedad de la artista, corretea divertida por el césped recién cortado. “La ciudad me parece maravillosa, lástima que el tiempo esté siempre en continuo cambio. Esto es algo que siempre pone algo nerviosos a los cantantes”.

Ella será Amelia Grimaldi en este Boccanegra, una ópera en la que el mar tiene un papel importante. “Esta ciudad se presa muchísimo a esta ópera, el poco mar que no tenemos en el escenario lo tenemos fuera”, nos comenta. Sobre la propuesta que abrirá el próximo uno de agosto en la Sala Argenta considera que “pocas veces se encuentra un reparto como el que se ha juntado para este Simón, tan compacto, tan íntegro, tan unido. Todo el mundo se llama Roberto en esta ópera”, nos dice refiriéndose a Roberto Frontali, Roberto Aronica y Roberto Scandiuzzi sus compañeros en el escenario, “todos somos viejos colegas y hemos compartido muchas tablas. Se está creando en el escenario ‘otra espuma’, un sabor muy compenetrado entre todos”. Pero a pesar de todo no deja de encontrar algún inconveniente en esta nueva producción verdiana. “Es la cuarta vez que hago Boccanegra, y la impresión que ahora tengo es que tal vez esta sea la que tiene un enfoque más superficial en cuanto a los personajes. Esta es una obra en la que el contenido es muy complicado y tal vez se esté complicando un poco más”. Aunque reconoce que entre todos están intentando “buscar la lógica dentro de lo ilógico. Hoy por hoy los directores de escena hacen un poco lo que les viene en mente buscan la lógica a situaciones que no se prestan a determinados motivos”.

Su voz ha sonado, y sonará en los próximos años, en los teatros más importantes del mundo. Desde la Scala de Milán al Metropolitan Opera Hause de Nueva York la agenda de Cristina Gallardo-Domas tiene fechas cerradas hasta el año 2008. “La ópera tiene la franquicia de poder ser un drama, un teatro cantado que envuelve un cierto enlace de situaciones. Por ese motivo creo que apoyarse sobre todo lo que es la articulación del texto son cosas que favorecen a lo que es la emisión de la voz, los colores del mismo”, dice Gallardo-Domas cuando nos interesamos sobre sus sensaciones sobre el escenario. “Es como pintar un cuadro”, prosigue, “al que das colores y vas vistiendo de acuerdo con el personaje en cuestión. Así se construyen mis personajes y así también es Amelia. En el trabajo junto al director de orquesta buscamos matices, tomando ideas e indagamos en nuevos enfoques al mismo personaje”.

Dicen los entendidos que la voz de María Gallardo-Domas nada tiene que envidiar a la de grandes divas como Millena Freni. Como en el caso de aquella, la soprano chilena encuentra una relación especial con las ópera de Puccini. “Ha marcado mucho mi repertorio”, nos confiesa. “son obras con un verismo muy grande, una interpretación fuerte y mucho, mucho drama”, características que no encuentra en otros compositores de una forma “tan real. En el caso de Verdi suelen ser dramas de contexto histórico, pero Puccini es realismo puro y esto permite dar un carisma propio a cada personaje. Además Puccini ha legado grandes protagonistas femeninas, distintos dolores, diversas experiencias pero en un contexto muy social, casi la evolución del enfoque de la misma mujer a lo largo del tiempo”. Precisamente eso es lo que “me ha favorecido” sintiéndose al interpretar un rol en una ópera de Puccini “casi como si me conectara a Internet, una conexión directa. No tengo que hacer grandes esfuerzos para ver qué es lo que el compositor ha querido decir. Puccini lo escribe todo en bandeja, desde un punto de vista musical y escénico. Yo me dejo llevar por el instinto del momento en cada representación”.

Poco a poco la charla ha dejado de ser distante y tras algunas preguntas en las que Cristina Gallardo-Domas parecía responder a cuestiones no formuladas, la comunicación se sucede ahora de forma fluida. ‘Dama’ ha dejado de corretear y juega con la hija de la soprano, también en Santander. “Creo que hoy por hoy es muy difícil llegar a adquirir una técnica que te dé herramientas para distintos tipos de repertorio”, nos cuenta Gallardo-Domas. Queremos saber si tiene previsto modificar su repertorio actual. “He cantado obras veristas pero también repertorio francés y ‘bel canto’. Sobre esto último tipo de repertorio me gustaría poder incursionar cada vez más, me siento muy cómoda en él”. Tampoco desprecia la oportunidad de cantar papeles escritos por Mozart. “Dicen que es un bálsamo para las cuerdas y creo que Mozart entrará en mi repertorio en roles como la Elvira en ‘Don Giovanni’ o Fiordiligi de ‘Cosi fan tutte’.Será como un poco de dieta para librarse de las toxinas o algo así”.

Muchas de sus actuaciones están disponibles en disco compacto o DVD. “Actualmente más que en el estudio se está grabando todo en vivo”, nos confirma a este respecto. “La grabación de la ‘Madama Butterfly’ que hice en el Coven Garden fue un proyecto que se congeló por la guerra de Irak. Pero también saldrán al mercado un ‘Boheme’ que haré en París junto a Marcelo Álvarez y también la que hicimos en La Scala en febrero de este año”. Dentro de los proyectos de estudio se encuentran algunos recitales de voz y piano, “pero puedo confirmarlo todo, hay muchas grabaciones que suceden de improviso, en el camino”.

De momento entre este año y el próximo 2004 se la podrá ver París, Viena y Nueva York –‘La Boheme’-, Milán o Los Ángeles. Aunque su actuación más próxima tendrá lugar en Santander. “En estos tiempos de desamparo el arte es como un conducto donde se puede trasmitir sentimiento. En el caso de Boccanegra tenemos una complejidad muy fuerte de sentimientos que tiene que ver con estos días: conflictos políticos, amores que van surgiendo, sentimientos que aparecen”.