ELDAR BEBOLSIN
“El premio del Concurso de Santander me llegó temprano” dice Eldar Nebolsin, que estos días ha participado en el Encuentro de Música y Academia de Santander como profesor.
El pasado miércoles la Sala Pereda acogió el, tal vez, concierto más multitudinario de los celebrados en este escenario dentro del Encuentro de Música y Academia de Santander. Un llenazo absoluto, incluso con parte del público que se quedó sin poder entrar en la sala, probablemente motivado por la participación del pianista Eldar Nebolsin, especialmente apreciado en Santander tras su triunfo en el XI Concurso Internacional de Santander en el año 1992. El en aquel entonces joven promesa del piano regresó este verano a Cantabria como profesor del Encuentro que ayer mismo llegaba a su fin. “Estuve hace dos años tocando un recital ”, nos dice “y esta es la primera vez en la que soy profesor. La experiencia ha sido muy positiva, el trabajo interesante y yo mismo he aprendido mucho al tener que tocar con alumnos y profesores”. Aunque echa de menos haber tenido “más tiempo para trabajar las obras a conciencia, no estoy acostumbrado a preparar una obra en tres o cuatro días y a veces me he sentido un poco chapucero con mi trabajo”.
“Creo que el programa está un poco cargado”, prosigue el pianista nacido en Uzbekistán pero que habla el español a la perfección, “yo me he agobiado un poco y no soy de los que más ha participado. Hay chavales que han tocado obras, que no habían tocado nunca antes, diferentes cada día. Pero de cualquier modo esta es una oportunidad magnífica para aprender más cosas y para compartir puntos de vista”.
Su opinión acerca de los Concursos de Piano, ahora que se aproxima el de Santander, es crítica con su esencia. “Un concurso no es el medio ideal para salir adelante”, sentencia, aunque es algo “inevitable. Ojalá no hubiera concursos: es muy difícil para el jurado decidir quién es el mejor. La música no es un arte objetivo como lo pueden ser las matemáticas. Las concursos son una aproximación a la media, algo que perjudica bastante al arte y a la creatividad”. Pero hablando en términos prácticos “para un joven músico al que no conoce nadie este es el único medio que tiene de darse a conocer, los concursos te pueden garantizar tu futuro”. Aunque Nebolsin advierte que ganar un gran premio no garantiza, para nada, la carrera de un joven pianista. “El triunfo actual de una persona de 18 o 19 años no es una garantía de que en cinco años va a seguir una determinada trayectoria, puede que en dos años toquen mejor o puede que lo hagan mucho peor”.
Para demostrarnos que de un Concurso no tiene por qué salir un gran pianista Eldar Nebolsin se refiere a cuestiones estadística, “hay 15 o 20 grandes concursos cada año con otros tantos primeros premios. Simplemente por ser tantos es imposible que todos tengan una carrera asegurada”. A todo esto hay que añadirle que en la competición no siempre se miden cuestiones musicales. “Son una especie de prueba de nervios, muchos de los grandes artistas de la actualidad no soportarían la presión de un concurso y sin embargo están en el escenario. Puede que una personalidad frágil, delicada y sensible esté mucho más acorde con una expresión artística y con la creatividad, pero esta misma sensibilidad hace que en una situación como la del concurso una persona así pueda perder puntos en comparación con otra que tenga los nervios de acero”.
La conclusión, tras estos minutos de charla, es la esperada. “El premio del Concurso de Santander me llegó temprano, es muy difícil con 17 años afrontar 40 o 50 conciertos años sin tener la madurez emocional, técnica e incluso física necesaria. Es cierto que también me ha beneficiado en muchos aspectos pero ahora soy consciente de que si lo hubiera ganado tres o cuatro años más tarde hubiera sido mejor en todos los sentidos”.
Hace unas semanas Nebolsin ganó un nuevo concurso de piano, esta vez el Primer Premio y el Premio a la mejor interpretación del Concierto de Mozart en el recién creado Concurso Internacional de Piano Sviatoslav Richter. “Se ha hecho un certamen bajo un concepto diferente a lo conocido hasta ahora. La edad mínima para presentarse es de 23 años y no hay una edad máxima, por lo que participaron personas de hasta cincuenta y ocho años. No buscaban intérpretes jóvenes con un potencial interesante sino gente formada musicalmente con mucho que aportar en un sentido creativo”.
Actualmente, Eldar Nebolsin reside en España donde, además de su actividad de conciertos y recitales, imparte clases de Música de Cámara en la Escuela Superior de Música Reina Sofía y en el Conservatorio Superior de Música de San Sebastián Musikene, dos centros de enseñanza que se alejan del modelo “oficial” de los Conservatorio de Música. “Nunca he trabajado en un conservatorio y desconozco este campo, pero tanto Musikene como en la Escuela de Madrid se basan en un concepto diferente: tratamos dar a los alumnos lo que necesiten independientemente del plan oficial que ofrezca el Gobierno. Ambos centros tienen algo en común: invitan a profesores de renombre sin que tengan que aprobar unas oposiciones por puntos para impartir clases. Músicos que han demostrado su valía en sus conciertos. No podríamos pedir que Zakhar Bron o Bashkirov hicieran un examen, pero si ellos quisieran enseñar en un centro oficial tendrían que hacer oposiciones y seguro que no las pasaban. Es un sistema demasiado cuadrado, yo mismo estuve a punto de hacer una de estas oposiciones, pero gracia a Dios al final no la hice”, nos dice mientras sonríe. “Este es un aspecto que habría que revisar a fondo, no se pueden aplicar fórmulas matemáticas para juzgar a una persona en su creatividad”.
Nebolsin combina su tiempo entre la enseñanza y la música práctica, “tal vez pase más tiempo enseñando”. Una actividad que le reporta grandes satisfacciones, aunque prefiere cuando es él que el toca. “La enseñanza no depende únicamente de ti sino también de los alumnos que tengas. Si tienes estudiantes que responden bien, que puedan captar lo que quieras trasmitir lo disfrutas mucho, pero si no responden es algo muy frustrante. Cuando estas tocando dependes de ti mismo”.
Eldar Nebolsin se incorpora los próximos días al Festival Internacional de Música de Zumaia como profesor de piano, después regresará a Santander para la final del Concurso de Piano y luego tendrá que abordar un par de conciertos que le quedan hasta poder tomar unas vacaciones “a mediados de Agosto”.
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