ENTREVISTAS REALIZADAS POR EL MUSICÓLOGO GUSTAVO MORAL ÁLVAREZ

miércoles, julio 20, 2005

FRANS HELMERSON

“Siempre trato de hacer la música tal y como suena en mi cabeza”,
dice Frans Helmerson que dirigirá esta noche a la Orquesta de Cámara del Encuentro en el que será el último concierto de su V edición.

El Encuentro de Música y Academia de Santander culmina hoy su actividad de la que ha sido su quinta edición con un concierto en la Sala Argenta del Palacio de Festivales, además de los programados para Reinosa y Santillana del Mar. En el de Santander participarán algunos de los maestro de esta edición: Thunemann, Jaime Martín o el violoncellista sueco Frans Helmerson, que acudió por primera vez a este encuentro de alumnos y profesores de todo el mundo.

“Sabía lo que me iba a encontrar antes de venir”, nos dice Helmerson que acaba de terminar una de sus clases magistrales en el Conservatorio Jesús de Monasterio. “Peter Csaba”, el director artístico del Encuentro, “me lo contó todo. Desde el comienzo él quiso que participara como profesor pero hasta este año no me había sido posible. Csaba organiza un festival similar en Suecia, pero de menores dimensiones, más pequeño. Durante algunos años trabajé allí de la misma forma, tocando y enseñando. Sé que Csaba es un gran músico y un increíble organizador. Esta combinación y también conocer la Escuela Superior de Música Reina Sofía, en la que he trabajado varios años, me dieron una idea del nivel de ambición e idealismo que hay detrás de todo esto. Estoy contento de poder estar aquí y ver la organización, la calidad y los excelentes resultados artísticos así como el entusiasmo de la gente joven y el gran nivel artístico”. Unas características interesantes a las que tenemos que sumar que los alumnos y profesores son “personalidades con una experiencia también diferentes. Tocan de formas distintas y tienen ideas diversas a la hora de hacer música y de los logros que persiguen. Aquí se pone en conjunto todo ello en combinaciones muy afortunadas”.

En el recital de esta noche el profesor Helmerson dirigirá a las Orquesta de Cámara del Encuentro. Será la tercera “batuta” en dirigir a los estudiantes tras la jornada inaugural con Ashkenazy como director y los conciertos del pasado fin de semana conducidos por Peter Csaba. “Es muy bueno para los alumnos encontrarse con distintos directores”, nos cuenta Helmerson. “Yo lo haré con una pieza de Auilis Salinen, virtuosa para la solista Beate Altenburg y muy divertida para la orquesta: hay ritmos de tango, salsa, jazz. Esta muy bien compuesta y creo que, más que mi forma de dirigir, lo que impresionará a la orquesta es la obra en sí misma. Yo también disfrutaré haciéndolo”.

Comparamos su actividad interpretativa con la dirección. “Dirigir es hacer movimientos en el aire y esperar que suene algo”, bromea el violoncellista sueco. “Es muy diferente a tocar tu instrumento con el que sientes su sonido inmediatamente en tus músculos. Dirigir tiene que ver con la forma que das impulsos para conseguir ritmo, dinámicas, sonidos... incluso la forma de la música. Es como tocar un instrumento que está compuesto por muchos individuos. Si tienes éxitos todos irán, juntos, alrededor de una misma idea”. Por lo que respecta a la formación “instrumental” de un director de orquesta Helmerson no cree que haya grandes diferencias entre “ser pianista, violinista o intérprete de violoncello. Tienes una idea de cómo quieres que suene la música y es lo que persigue al dirigir, lo mismo que cuando tocas tu instrumento”.

Pronto verá a la luz un nuevo disco de Helmerson, esta vez dedicado a las Suites para cello de J.S. Bach. “Es mi versión, la forma en la que yo escucho a Bach en mi cabeza. No he querido hacer algo diferente a lo que hace otros, pero tampoco intento imitar a nadie. Siempre trato de hacer la música tal y como yo la entiendo, como está dentro de mí”.

Sobre el papel que juegan los medios de comunicación y las casas discográficas en el mundo la música clásica, él piensa que “son muy importantes para su difusión, pero hay aspectos del negocio alrededor de la clásica con los que no estoy contento. Soy muy optimista y creo que el arte por si mismo es muy fuerte para el ser humano. Siempre querrá tener música y tener arte. Ya encontraremos los caminos para curar esta pequeña enfermedad que hay con el negocio. Hoy en día algunas de las grandes discográficas tienen problemas por ir en el camino equivocado, en cambio hay muchas compañías pequeñas en las que muchos artistas importantes están grabando porque tienen más libertad artística”. Como ejemplo de buen nos habla de Yo-Yo Ma. “Es un músico muy imaginativo y con un nivel artístico muy alto. Tiene las ideas muy claras y es comunicativo. Está haciendo mucho por la música en general y por el cello en particular. Es bueno que alguien así está a un nivel tan alto y llegue al gran público”:

Esta noche la Sala Argenta cerrará el V Encuentro de Música y Academia de Santander con obras de Mozart –omnipresente en esta edición de este festival-, Sallinen, Rachmaninov y Richard Strauss. Se pone punto y aparte a tres semanas muy intensas de Música y Academia. Y les digo punto y aparte porque la continuación se producirá el próximo verano y porque ahora se abre otro libro musical encuadernado por la Fundación Albéniz, el que se dedica al piano con el Concurso Internacional de Piano.