MISHA MAISKY
“No quiero ser el segundo Rostropovich, sino el primer Maisky”
La Orquesta Sinfónica Nacional de Letonia ofreció anoche, en la Sala Argenta del Palacio de Festivales, el segundo de sus conciertos dentro de la 52 Edición del Festival Internacional de Santander. Dirigidos por Terje Mikkelsen interpretaron un programa que contaba con la participación del violocellista Misha Maisky para el ‘Concierto en Si menor para violoncello y orquesta’ de Antonin Dvorák.
Mikkelsen dijo estar “contento” de su participación en el F.I.S. con “un programa muy interesante y con un solista de tanta calidad”. El director de la Nacional de Letonia se mostró también contento de la difusión que está alcanzado su orquesta, llegando con su música a multitud de países. “Hemos realizado diversas giras en los últimos siete años”, con más de veinte grabaciones en disco compacto a sus espaldas y un periplo que, además de nuestro país, incluye países como Alemania o Japón. Del programa interpretado anoche reseñó que “el concierto para violoncello de Dvorák es uno de los mejores escritos para cualquier instrumento, más aún tocado junto a un maestro como Maisky”, una colaboración que ya tiene programados un buen número de conciertos conjuntos.
Sobre la Sinfonía Nº 5 de Shostakovich recordó el cariz político que tuvo parte de la producción de este compositor ruso. “Su sinfonía número cuatro fue criticada por el propio Stalin”, nos dijo, “pero la número cinco llegó a ser muy popular; tal vez el enfrentamiento con Stalin hiciera que esta nueva obra fuese tan genial”. También nos recordó que Shostakovich era capaz de “representar el sistema en el que él vivía” a través de su música, de forma que el público “podía ver los pensamientos del autor en sus obras”. Valoró de forma muy positiva el poder tocar nuevamente estas obra, “ahora que no existe la Unión Soviética”, puesto que la orquesta había interpretado la Sinfonía Nº5 años atrás en Riga, cuando aún estaban integrados dentro del desaparecido bloque soviético.
Maisky comenzó su intervención ante los medios de comunicación reconociendo que “tal vez han pasado ‘demasiados’ años desde la última vez que toqué en Santander”, sintiendo que el concierto de anoche era “una ocasión especial” por la fuerte conexión que tiene tanto con la Orquesta Nacional de Letonia como con el director de la misma.
Sobre su formación junto a Rostropovich y las comparaciones que en alguna ocasión le han situado como su ‘sucesor musical’, Maisky dijo haber tenido “mucha suerte de estudiar junto a Rostropovich y Piatigorsky”, pero sin intentar imitar a ninguno de ellos dos. “Mi objetivo nunca he sido ser un segundo Rostropovich sino un primer Maisky. Hay muchas formas de expresar una misma partitura y espero que el haber aprendido de varios intérpetes me ayude a aportar mi propia forma de entender la música”.
Del concierto de Dvorak que anoche interpretó dijo que “es el más famoso y difícil para este instrumento”, por lo que siempre es un reto “aportar algo nuevo a la obra”. Hace quince años realizó una grabación del mismo junto a Leonard Bernstein, pero reconoce que aquella fue una visión “más representativa de lo que Bernstein quería del concierto que de mis intenciones. Ahora, como decía Frank Sinatra quiero hacerlo ‘in My Way’ (A mi manera)”. De hecho próximamente saldrá al mercado una nueva grabación del concierto de Dvorak interpretada por Maisky junto a la Filarmónica de Berlín bajo la dirección de Zubin Metha.
Maishky es uno de los grandes personajes discográficos en lo que a la música clásica se refiere. Reconoce que estamos viviendo una época de crisis en este sector, pero “no una enfermedad terminal. No es importante la cantidad de discos que se vendan, sino la calidad de los mismos”, añadió. “Lo importante no es como toques el instrumento”, comentó refiriéndose al virtuosismo, “sino la expresión personal que sea capaz de llegar al corazón de la gente. Nadie necesita una grabación ciento veinte de Shotakovich, sino que la grabación que se realice diga algo. La gran música siempre sobrevivirá”.
Para el futuro Maisky tiene previstos más de cien conciertos, “muchos más de los que yo quisiera”, añadió, “aunque no son tantos como hace tres años. Cuando tocas mucho acabas perjudicando tu vida privada, además tampoco hay demasiado tiempo para investigar en nuevas obras por lo que intentas buscar algo de equilibrio entre estos elementos”. De sus proyectos discográficos futuros destacó la grabación de diversas obras de compositores rusos –Stravinsky, Shotakovich y Prokofiev- junto a la pianista Martha Argerich, así como música de cámara junto a la propia Argerich y al violinista Guidon Kremer.