PAUL NEUBAUER
“Keeping the audience”... Mantener el público es lo más importante para la música clásica, comenta el intérprete de viola estadounidense Paul Neubauer en su paso por el IV Encuentro de Música y Academia.
Uno de los efectos más interesantes de todos cuantos está logrando el Encuentro de Música y Academia de Santander es el de acercar los grandes nombres de la interpretación al público de sala. Normalmente tan sólo un puñado de elegidos dentro de la interpretación pianística, la dirección de orquesta o la lírica son capaces de ocupar un sitio en la memoria colectiva del oyente. Pero la presencia mediática de los profesores del Encuentro, su exhibición pública en conciertos a solo o con sus alumnos, hacen que poco a poco vayamos conociendo nombres propios de grandes figuras de otras disciplinas.
El intérprete de viola Paul Neubauer visita por primera vez este certamen de Música y Academia, del que destaca la oportunidad que esta experiencia le brinda de poder tocar junto a sus alumnos. “Es bonito tocar con ellos”, nos dice, “normalmente impartes master-classes, pero sumar la experiencia de participar en formaciones junto a los alumnos es bueno tanto para mi como para ellos. Cuando interpreto una obra con mis colegas noto que nos conocemos muy bien y que cada uno tiene ideas muy fuertemente asentadas sobre qué es lo que hay que hacer. Es difícil hacer cambios y estás más resignado a ello. En cambio aquí hay libertad y es bueno para los jóvenes estudiantes hacer música con gente que lleva años tocando. La experiencia del profesor les puede servir para aprender o para no querer hacerlo así. En el proceso de enseñanza cada uno decido qué es lo que quiere”.
Imaginamos que casi todos los alumnos que visitan estos días Santander, procedentes de las más prestigiosas escuelas de música de toda Europa, tengan claro su futuro dedicados a la música. “Espero de ellos lo mejor para la música”, nos confía Neubauer. “La clásica es un tipo de música muy profunda y con mucha historia. Se mantiene tras cientos de años frente a otros tipos, como el pop, que desaparece en poco tiempo. ¿Porqué esto es así?”, se pregunta el maestro. “Podemos comparar a Beethoven con Madonna e incluso admirar la voz y lo bien que canta Madonna, ¿pero qué es lo que quedará de sus canciones dentro de un tiempo?. Podemos escuchar música clásica año tras año una y otra vez y la Sinfonía Número 5 de Beethoven siempre se mantendrá”. Paul Neubauer es consciente de los peligros a los que se enfrenta la música clásica en la sociedad actual. “Hay muchas opciones que antes no existían: ordenadores, videojuegos... Compiten con el concierto de música clásica en directo como opción de ocio pero yo espero que nunca desaparezca y que se permitan que el público disfrute con la música. Hay que lograr que el público vaya al menos una vez en su vida a un concierto, si esto sucede es posible que esta persona regrese”.
Recientemente el diario Los Angeles Times dijo de nuestro entrevistado que era “el viola más admirado de este hemisferio”, un instrumento que no siempre es valorado en la justa medida por el público. “Algunas veces este es un instrumento secundario por el papel que le toca desempeñar en las obras”, aclara Neubauer. “En la orquesta normalmente desempeña un papel de relleno entre los graves de cellos y contrabajos y los agudos del violín, pero hay momentos en los que la viola brilla: como en los solos de las sinfonías de Mahler y, desde luego, en muchas composiciones del siglo XX y el XXI. A veces se hacen bromas sobre nuestro instrumento, pero eso es porque se tiene envidia de la calidad, la belleza, la profundidad... del tono de voz humana de la viola”, nos dice al tiempo que imita, entre bromas, el registro agudo de un violín o el grave de un contrabajo.
Paul Neubauer ha actuado con las orquestas más importantes de Estados Unidos, caso de la de Nueva York, Los Angeles, Sanit Louis, Detroit, Dallas o San Francisco. “En Nueva York hay cinco o diez conciertos cada día, pero se nota cierta crisis en el terreno de la clásica. Algunas orquestas empiezan a tener serios problemas y todo parte de la necesidad de mantener el público –keeping the audiencie-. Cuando la economía va mal, la gente deja de dar dinero para música clásica y el público disminuye, se aprietan el cinturón. La situación económica siempre afecta al arte, todo el mundo tiene que vivir, y los músicos también. Si no se hacen conciertos por falta de dinero, se reducirá aún más el número de público en la salas”.
Recientemente Neubauer ha grabado un disco en el que se incluyen composiciones escritas especialmente para él. Obras como ‘Viola Raphsody’ de Henri Lazarof o ‘Wild Purple’, de la compositora Joan Tower y que podrán escuchar en el concierto que este intérprete ofrecerá en la Sala Argenta del Palacio de Festivales este mismo viernes. “Es la primera obra que esta autora escribe para viola”, continúa diciendo Paul Neubauer. “Tras la publicación de la partitura ella modificó en varios ocasiones la obra, de tal forma que es distinta la que está grabada a la que se editó en partitura”, concluye haciendo referencia al papel que él mismo tuvo en la evolución de esta pieza.
Acerca del comercio musical y el mercado discográfico de la música clásica Neubauer tiene claro que no es un negocio pensado para ganar dinero. “Se pierde dinero con las grabaciones de clásica, más aún en estos tiempos en los que sufren pérdidas hasta las grabaciones de pop. La gente roba canciones en Internet cada día y todo está cambiando de una forma muy rápida. Las grabaciones de clásica funcionan casi como una tarjeta de presentación pero nunca serán lo mismo que asistir a un concierto”. Su tarjeta de visita particular nos la deja al terminar nuestro encuentro. “Cuando toco la viola quiero incidir en el público, hacerles sentir felicidad o tristeza... que sientan emociones”.