PEDRO HALFFTER
“Soy muy optimista, es la única forma que tengo de vivir la vida”
Nos encontramos con Pedro Halffter en una de las terrazas del Hotel Real. Acaba de llegar, prácticamente, de una gira con la Orquesta Sinfónica de Gran Canaria y esa misma noche dirigirá a su “otra formación” estable, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, dentro del Festival Internacional de Santander. Es un hombre joven pero que, en los últimos años, ha acumulado una experiencia que le hace acreedor de un currículo realmente impresionante. Director de orquesta, intérprete, gestor, compositor… se ha subido al atril de director de decenas de agrupaciones por todo el mundo.
“Estoy muy contento”, nos dice refiriéndose a su gira por Japón. “Hemos tenido seis conciertos repartidos por Tokio, Musashino, Yokohama, Fukushima, y Osaka. Realmente ha sido una experiencia muy positiva para la orquesta que ha supuesto un antes y un después en su historia. Hemos dado ese salto cualitativo que toda orquesta necesita. Las salas de conciertos han estado llenas hasta arriba en todos los conciertos y hemos tenido que dar tres o cuatro propinas cada noche”. Pero tal vez lo que más ha llamado la atención al maestro Halffter ha sido “el afecto por parte del público y la respuesta que ha tenido en los medios de comunicación”, más de cien periodistas han seguido esta gira que, según Pedro Halffter, ha servido “sobre todo para la convivencia de la orquesta y su difusión internacional”.
“Cada país es diferente”, prosigue el maestro. “Estuve también en Japón hace unos meses dirigiendo la New Japan Philarmonic, y es sorprendente el respeto del público en todos los sentidos. Se quedaba aplaudiendo hasta que salía el último músico del escenario, agradeciendo el esfuerzo con un gran respeto. Es gratificante trabajar con orquestas japonesas. Tienen mucha disciplina y están muy sedientos de experiencias diferentes. Conocen y aman profundamente la música occidental y en especial la música española. La reciben con gran interés, deseo de conocimientos y muy abiertos de mente”.
Alemania es otro país que conoce perfectamente el maestro donde ha dirigido grandes agrupaciones en Baviera, Frankfurt, Dortmund, Hannover, Munich, Berlín, Dresde, Stuttgart … “Allí hay mucha tradición del repertorio centroeuropeo, sobre todo alemán y es un placer trabajar con ellos obras de Beethoven, Bruckner, Strauss, Brahms… Pero el repertorio francés, por ejemplo, les resulta nuevo y agradecen que realicemos este tipo de obras”. Como ejemplo nos recuerda cuando dirigió el ‘Preludio a la siesta del Fauno’ de Debussy con la Filarmónica de Stuttgart, “¡llevaban más de veinticinco años sin tocar esta obra!”.
Actualmente Pedro Halffter Caro reparte su tiempo entre la dirección titular de dos orquestas y la dirección artística del Teatro de la Maestranza en Sevilla. “Planteo mi trabajo desde dos puntos de vista”, nos cuenta. “Como intérprete mi ambición es la de intentar crear la mejor música posible acercándonos a la intención del compositor. Como decía Nietzsche ‘la aspiración más alta del ser humano es la cultura’ y ésta es una buena forma de plantearse el trabajo”. Por otro lado, “como gestor debo intentar que al dejar la orquesta con la que trabajo ésta ha de estar a un nivel artístico, de conocimientos, repertorio, gestión, expansión, grabación… superior a cuando empecé”. Esta será su tercera temporada al frente de la Sinfónica de Gran Canarias y la segunda en Sevilla. Su llegada al teatro andaluz estuvo lleno de polémica pero el director de orquesta madrileño parece tener claro su proyecto y forma de trabajar. “Todo cambio produce reacciones, a veces en una dirección y a veces de otra. Sevilla tiene la cualidad de ser un nombre y una marca importante para la cultura española y nuestra meta es convertir la Maestranza en un foco de interés importante, a la altura de Barcelona y Madrid en lo que a ópera se refiere. Queremos estar en ese mismo grupo de teatros y lo estamos logrando con un presupuesto que es seis veces menor que el Teatro Real y con un teatro en obras”. Para ello han logrado crear expectación con estrenos como el de la ‘Lulú’ de Alban Berg la pasada temporada o, dentro unos meses, la que parece ser su apuesta más fuerte, ‘Der Ferne Klang’ de Schreker que inaugurará la siguiente temporada.
En el Teatro de la Maestranza Pedro Halffter desempeña la doble función de director artístico y titular de la Orquesta. “Este proyecto únicamente tenía sentido de esta forma. Sin la buena coordinación artística y de gestión hubiera sido imposible realizar unas temporadas como las que hemos programado para los próximos tres años. El teatro está atravesando una serie de reformas muy importantes. Como único gestor puedo tomar decisiones que a veces favorecen a la orquesta y en otras al teatro. Solo así hemos logrado que del 22 de octubre al 15 de junio haya previstos 90 espectáculos en un teatro que está en obras. Desafortunadamente esto no se ha valorado lo suficiente”.
Parece inevitable que, en un encuentro con Pedro Halffter, no acabemos hablando de su relación y presencia de su padre, el compositor Cristóbal Halffter. Cuando le preguntamos sobre esta relación el joven director de orquesta evidencia la recurrente pregunta. “Esta pregunta me la han hecho muchas veces y nunca sé que contestar. Cada día cambia la percepción de las cosas. Pero tengo claro que el haber nacido en una familia de músicos es una grandísima suerte que me ha dado acceso a experiencias que muchos otros no han podido tener”. Entonces nos habla de haber conocido a Pierre Bolulez, de veranear en la casa de Henze, de jugar con él al fútbol, pero también de “haber hablado con él, de haberle escuchado, sentirle como persona. Nacer entre músicos te hace tener un contacto con la música muy directo y natural. Desde que tengo uso de razón voy a conciertos, es más: no recuerdo cuando escuché música por primera vez de forma consciente. Lo mismo con la interpretación, es una suerte poder tocar un instrumento; he tocado con mi madre todas las sinfonías de Beethoven de Haydn, sonatas para cello y piano y esto es algo muy enriquecedor y positivo”. Pedro Halffter tuvo la oportunidad de conocer, desde muy pequeño, cómo funcionaba una orquesta, como era un ensayo, “lo duro que es este trabajo. La parte negativa está en la asociación que algunas personas pueden hacer de mi carrera con la de mi padre, pero esto es inevitable y también lo asumo como una suerte. Soy feliz de tener el padre y la familia que he tenido”.
Navegando por las múltiples facetas que definen a este personaje esencialmente musical llegamos a la del Pedro Halffter compositor. Hace poco el pianista Iván Martín estrenaba en el Carnegie Hall de Nueva York la última composición de Halffter Caro. “Componer es lo más difícil dentro del mundo de la música, el acto más complejo” asevera el director de orquesta. “Por eso el respeto que tenemos los intérpretes por los compositores. Sin ellos no podríamos vivir y estamos ávidos de encontrar buena música que tocar, poder elegir para que el público pueda disfrutar de música que nunca han oído”. La composición no es algo que ocupe mucho tiempo en su día a día, pero “al llegar a casa siempre queda como trasfondo en el cerebro, una idea grande por detrás que sirve para limpiar el día: la flexibilidad de la pluma haciendo composiciones. Me exige un gran esfuerzo, pero al mismo tiempo me recompensa de una forma enorme. Lo escrito es lo único que queda”.
Acerca del panorama de la música en nuestro país nos desvela la envidia y admiración con la que se mira desde el extranjero la cantidad de orquestas, teatros y auditorios que han ido creándose en nuestro país en los últimos años. “Pero ahora lo importante es mantener estas infraestructuras y llenarlas de una programación interesante. Hay que saber fidelizar al público que va a los conciertos”. Por ello se siente orgulloso de que en Gran Canaria, en los últimos años, se haya incrementado el número de abonados a la temporada de su orquesta. “En un año creció en un 48% la venta de entradas directas. En Gran Canaria hay una ejemplar forma de hacer conciertos didácticos y más de 150.000 alumnos vienen cada año a los conciertos. En Sevilla hemos convertido los ensayos generales en propuestas didácticas y con la ópera hacemos todos los años títulos para niños. No únicamente es importante lo que podamos hacer como gestores sino la faceta educativa, que las instituciones que rodean una orquesta, el gobierno, las concejalías, sean conscientes que de ellos depende el público del futuro”.
Por último quisimos saber cuáles eras las expectativas de Pedro Halffter para el futuro, teniendo en cuenta que, a sus treinta y cinco años, es uno de los directores de orquesta más activos del momento. “Me gustaría poder seguir trabajando tal y como lo hago ahora: llevando un teatro o una orquesta y pudiendo mirar atrás sabiendo que donde yo he estado he realizado una labor positiva para las ciudades o las orquestas con las que estuve. Esa es la garantía de mi trabajo. Soy muy optimista, es la única forma que tengo de vivir la vida, desde la convicción en los valores de la cultura y de la música. Si no creyera en ésto no podría trabajar con tal dedicación y esfuerzo en lo que hago. Disfruto dando los conciertos, organizando, teniendo encuentros con los músicos, interpretando, componiendo, ilusionándome con una partitura que voy a trabajar dentro de tres años y lo intento trasmitir a todos los que tengo alrededor”.